Comentario
Capítulo tercero
De la relación de quién era Quetzalcóatl, otro Hércules, gran nigromántico, dónde reinó y de lo que hizo cuando se fue
Quetzalcóatl fue estimado y tenido por dios y lo adoravan de tiempo antiguo en Tulla, y tenía un cu muy alto con muchas gradas y muy angostas que no cabía un pie. Y estava siempre echada su estatua y cubierta de mantas, y la cara que tenía era muy fea, y la cabeça larga, y barbudo. Y los vasallos que tenía eran todos oficiales de artes mecánicas y diestros para labrar las piedras verdes, que se llaman chalchihuites, y también para fundir plata y hazer otras cosas; y estas artes todas hovieron origen del dicho Quetzalcóatl. Y tenía unas casas hechas de piedras verdes preciosas, que se llaman chalchihuites, y otras casas hechas de plata, y más otras casas hechas de concha colorada y blanca, y más otras casas hechas todas de tablas, y más otras casas hechas de turquesas, y más otras casas hechas de plumas ricas. Y los vasallos que tenía eran muy ligeros para andar y llegar a donde ellos querían ir, y se llamavan tlancuacemilhuime.
Y hay una sierra que se llama Tzatzitépetl, hasta agora assí se nombra, en donde pregonava un pregonero para llamar a los pueblos apartados, los cuales distan más de cient leguas, que se nombra Anáoac, y desde allá oían y entendían el pregón, y luego con brevedad venían a saber y oír lo que mandava el dicho Quetzalcóatl.
Y más dizen, que era muy rico y que tenía todo cuanto era menester y necessario de comer y bever, y que el maíz era abundantíssimo y las calabaças muy gordas, de una braça en redondo, y las maçorcas de maíz eran tan largas que se llevavan abraçadas, y las cañas de bledos eran muy largos y gordos y que subían por ellas como por árboles, y que sembravan y cogían algodón de todas colores: que son colorado, y encarnado, y amarillo, y morado, blanquecino, y verde, y açul, y prieto, y pardo, y naranjado y leonado; y estas colores de algodón eran naturales, que así se nacían. Y más dizen, que en el dicho pueblo de Tulla se criavan muchos y diversos géneros de aves de pluma rica y colores diversas, que se llaman xiuhtótotl, y quetzatótotl, y çacuan, y tlauhquéchol, y otras aves que cantavan dulce y suavemente.
Y más, tenía el dicho Quetzalcóatl todas las riquezas del mundo, de oro y plata, y piedras verdes, que se llaman chalchihuites, y otras cosas preciosas, y mucha abundancia de árboles de cacao de diversas colores, que se llaman xochicacáoatl. Y los dichos vasallos del dicho Quetzalcóatl estavan muy ricos y no les faltava cosa ninguna, ni havía hambre ni falta de maíz, ni comían las maçorcas de maíz pequeñas sino con ellas calentavan los baños, como con leña. Iten, dizen que el dicho Quetzalcóatl hazía penitencia punçando sus piernas y sacando la sangre con que manchava y ensangrentava las puntas de maguey, y se lavava a la medianoche en una fuente que se llama Xipacoya; y esta costumbre y orden tomaron los sacerdotes y ministros de los ídolos mexicanos, como el dicho Quetzalcóatl lo usava y hazía en el pueblo de Tulla.